A primera vista similar a otras cocinas asiáticas, la coreana tiene un carácter que la hace diferente: El jengibre, la salsa de soja, el aceite de sésamo y la pasta de chile y soja aportan los sabores típicos y contundentes. Esta cocina es particularmente especiada y a menudo muy picante. Además del arroz, el «kimchi» -verduras fermentadas, normalmente col china- es una parte esencial de cada comida.

Tampoco pueden faltar las sopas en sus múltiples variantes. Los fideos instantáneos, las almejas y otros mariscos, así como el tofu, son especialmente populares en la preparación de sopas. La mesa de comedor en Corea debe ofrecer el mayor espacio posible. Esto es debido a que se acostumbra a servir todas las guarniciones al mismo tiempo.

Además, para el «bulgogi», por ejemplo, la carne cortada en rodajas muy finas se asa directamente en la mesa en un adobo picante. La comida suele ser, a menudo, una reunión social en la que todos prueban de todo.